jueves, 22 de diciembre de 2011

Proclama mi alma la grandeza del Señor (Lc 1, 46-56)

Esta mañana es mañana de ilusiones y sueños. Y es que muchos, tal vez no tantos como quisiéramos, serán los afortunados que hoy estallarán de alegría cuando vean como los niños del Colegio de San Ildefonso cantan con emoción el número de su décimo de lotería agraciado con algún premio, en el mejor de los casos, con el Gordo navideño. Para muchos, entre los que me incluyo, este sorteo extraordinario marca la cuenta atrás para las vacaciones navideñas y la Nochebuena; y es que, esa melodía de número recitados con nerviosismo y sonrisas es clave en la banda sonora del escenario de estos días año tras año.


A María le toco su Gordo particular sin tan siquiera jugarlo ni buscarlo. Seguramente al principio se viera sobrecogida y asustada por todo lo que se le venía encima, pues la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, no deja de ser una mujer, que vivió en su tiempo y por entonces con sus inseguridades, sus miedos y titubeos, a pesar de lanzarse con valentía abrazando ese SI que Dios mismo le pedía.


Al igual que hoy muchos, a lo largo y ancho de nuestro país, cantarán con alegría y celebraran el premio Gordo, María puso voz y letra a su propia dicha, a su propio grito de júbilo, y esa expresión de alegría es la que recoge el Evangelista S. Lucas en la lectura de hoy. El Magníficat.

Mucho se podría comentar de ese alarde de felicidad que inunda a María y que hoy la Iglesia conserva como himno, cantado y rezado a diario en la oración de Vísperas al final de la tarde, una misma oración en todo el mundo que brota del corazón de la propia Iglesia. Dando verdadero sentido universal a ese término Católico que caracteriza nuestra fe.


Pero amén de alegría y expresión de fiesta, el Magníficat es un mensaje de esperanza, de consuelo, de ilusión, que busca los oídos de los preferidos de Dios, esto es, de los pequeños, de aquellos que buscan pero muchas veces no encuentran, de aquellos a los que muchas veces ponemos las cosas más difíciles de lo que son. Es un grito que rasga el paso de la historia para hacernos caer en la cuenta que Dios “enaltece a los humildes y a los hambrientos los colma de bienes”.


Quisiera hoy, como signo de alegría, repetir a María. Como signo de ALEGRÍA, no esa que brota del Gordo de Navidad que pronto cantarán, sino esa alegría perenne que brota del mayor regalo que nos trae la Navidad, que es el nacimiento de un Dios encarnado que nace de mujer, y que apuesta por cada uno de nosotros. Como expresión de júbilo, ante tal regalo, que mejor manera de escenificarlo que rezando, que entonando esta mañana, tan cerca de Nochebuena, ese Magníficat que María pronunció, y que hoy sigue recordándonos y recordando a aquellos que necesitan consuelo.


Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre

jueves, 8 de diciembre de 2011

Mujer del sí

Hay situaciones e imágenes que generalmente asociamos al “no”. Por ejemplo, la situación de crisis que atravesamos – que percibimos como un “no” al desarrollo económico, al crecimiento, al trabajo, etc. .-, o una ruptura – que muchas veces interiorizamos como un “no” al crecimiento personal, al plan de futuro soñado o a la negativa de conocer a alguien que vuelva a enamorarnos; incluso la fe y la figura de la Iglesia se lee muchas veces en clave de “no”: no hagas esto, no pienses de determinada manera, no critiques o reflexiones sobre tal práctica o tal discurso religioso…

Sin embargo todo es cuestión de percepciones, de renuncias entendidas como opciones personales, y de formas vitales de encarar las cosas.

La situación de crisis puede vivirse como un tiempo de reflexión y renovación, tiempo de decir “sí” al futuro, “sí” a volver a levantarnos y aprender de nuestros errores. Una ruptura puede suponer un “sí” a nuevas oportunidades, un “si” para mejor conocernos a nosotros mismos, querernos, valorarnos y volver a decir “sí” a otro amor que nos complemente. En la fe y en la Iglesia, lo importante, siempre es el “sí”, es lo que nos seduce, lo que abrazamos: el “sí” al seguimiento de Jesús es una forma de amor diferente, comprometido y apasionante, “sí” al Evangelio es decir un “sí” a una mirada ilusionante que ve el mundo con ojos de creyente y aprender a leer lo que va poco a poco viviendo; decir “sí” en la Iglesia es compromiso, fraternidad y universalidad, haciendo tuyas las necesidades y los sueños de aquellos que también viven ese “sí” de Iglesia, esa comunión de fe.

El Adviento también es tiempo de “sí” y hace hoy memoria de una de sus protagonistas más especiales. Pues el Adviento, es tiempo de María, tiempo de esperanza y acogida, tiempo de espera. María fue Madre, testigo, seguidora… pero sobre todo fue Mujer del “sí”, del compromiso sincero y real, Mujer de fe capaz de arriesgarlo todo y mirar con ojos de creyente. Mientras muchos hubiésemos necesitado explicaciones a ella le bastó un sencillo saludo: “Alégrate llena de gracia, el Señor es contigo” Dónde muchos hubiésemos visto una locura, ella vio un horizonte, dónde muchos hubiésemos buscado, pruebas y garantías, ella respondió “hágase en mi según tu Palabra”.

María dio a luz a la misma LUZ, llevando en sus entrañas al Amor de los amores, portadora de la Promesa de un Dios implicado con este mundo, que se encarna en Mujer para traer la Buena Nueva, alumbrado en una pobre cueva, sin más descanso que un sencillo pesebre.

Hoy es día para celebrar el “sí” de una Mujer y de tantas mujeres que llevan en su seno la encarnación misma, de un Dios Todopoderoso que opta por cada uno de nosotros, que vino al mundo de una madre como la nuestra, haciendo del Misterio compromiso. Día de un “Sí” en mayúsculas, con profunda mirada creyente. Día para hablar de Adviento, de espera, pero sobre todo del nombre de María…

Decir tu nombre María es decir que nuestra carne viste el silencio del Verbo.

jueves, 13 de octubre de 2011

Sangre de profetas (Lc 11, 47-54)

Llevamos una semana complicada. La cuestión económica en la que apenas avanzamos; la situación en el Cuerno de África, rincón que sigue desangrándose poco a poco ante la pasividad del mundo mientras unos pocos intentan frenar una hemorragia que no cesa; los temblores y las erupciones volcánicas que tienen a los herreños con el alma en vilo; la impotencia de desapariciones sin tener muy claro un desenlace con tintes de tragedia; y algo de lo que apenas se habla y cuando se hace, apenas nos interesamos: el sufrimiento de los cristianos coptos en Egipto.


Ser cristiano copto en Egipto se está convirtiendo en una cruz. Son alrededor del 10% de la población egipcia, hijos de una iglesia que según se dice, fue fundada en Alejandría por el propio S. Marcos, en los años inmediatos a la muerte de Jesús. Sufren el exilio, la sinrazón del odio por parte de sus propios hermanos y gobernantes, la desprotección por parte de las autoridades civiles y la represión de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Hace unos días otro episodio de odio, esta vez compartido con hermanos musulmanes que les acompañaban en la defensa de sus derechos. Cuestiones políticas dicen, pero ese día mucha sangre se derramó en el Cairo. 24 muertos y unos 180 heridos.


“Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos los perseguirán y matarán” dice hoy el Evangelio. Y así es. Tal vez hoy hablamos de Egipto y nuestros hermanos coptos, pero también hay profetas del Dios de la Vida repartidos por campos de refugiados en África, en escuelas en Centro América o trabajando en favelas, acompañando a enfermos, educando y trabajando a lo largo y ancho del planeta por una justicia que les brota de la misma fe. Un binomio indisoluble. Rostros anónimos, profetas de una nueva era desconocidos, pero con nombre propio que se dejan la piel. Consagrados al Evangelio desde diferentes opciones personales, que muchas veces les cuesta la propia vida.


Continúa Jesús diciendo en la lectura de hoy, “y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de los profetas derramada desde la creación del mundo”. Quién sabe de qué forma, quién sabe si al final la misericordia inundará todo. Pero mientras toca trabajar, tener presente tanta sangre derramada, orar por ellos en silencio tal vez ahora empezando la mañana, y tener presente que si eres consciente de que existe un problema, eres responsable de su solución. De eso hablan los profetas de la Lectura de hoy ¿no? De problemas e injusticias, al fin y al cabo de denuncia. Y sobre todo de soluciones que van de la mano del anuncio de la Buena Nueva.

jueves, 6 de octubre de 2011

Quien pide, recibe, quien busca, halla, y al que llama, se le abre (Lc 11, 5-13)

Son tiempos aciagos para la economía del mundo. Lo peor es cuando esas cifras de paro que no cesan de aumentar, ese miedo contagioso que se vive en el país heleno y empieza a inundar Europa, esas ventas de coches que ayer nos enterábamos que estaban a niveles de hace 15 años en nuestro país… lo peor de las cifras es que ocultan tras de sí realidades personales, rostros anónimos que no llegan a final de mes y cuya esperanza se ve mermada por una situación que no termina de mejorar, por un sistema que se ha tragado ilusiones, proyectos y rutina de muchos millones de personas.


Resulta ría un atentado moral hablar de esta crisis y no mencionar la situación de muerte y sufrimiento que ahora mismo se vive en El Cuerno de África. La desesperanza y la hambruna se han hecho fuertes en ese rincón de África, y sigue campando a sus anchas con más o menos intensidad por el resto del continente.


Tal vez empezar el día escuchando esto no anime, ni saque sonrisas, pero a veces la realidad hay que vivirla en toda su dureza, tenerla presente para mejor comprometerse y para mejor pedir y rogar por ella. El que conoce y mira con ojos de fe, debe dar un paso más apostando por el Reino, y esto supone, optar por una justicia que busque el bien del hermano, por una justicia que brota de la misma fe.


“Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe, quien busca, halla, y al que llama, se le abre” quizás estas palabras suenen utópicas en medio de un sistema y de unas relaciones económicas y sociales que apenas encuentra sentido al concepto solidaridad. Pero el Evangelio es eso, optar por un sueño, por un deseo y una lógica que supera la humana y que nace en el seno del misterio de Dios. Un Dios que optó por el hombre y se encarnó en medio de nuestro mundo, echándonos cuenta como bien dice el evangelista hoy. Buscar, llamar y pedir no es otra cosa que optar y confiar, a pesar de lo negro del panorama, en un Dios que acompaña y se mueve en medio de la crisis mundial y de la hambruna africana. Hay que dejar a Dios ser Dios, pero hay que echarle una mano en la medida en que nuestro compromiso de fe nos exige protagonismo.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Rabí, tú eres Hijo de Dios (Jn 1, 47-51)

Muchas veces lo esencial es invisible a los ojos se dice en la obra de El Principito, y siento que mucho de eso hay en el tema de la fe. Hace unas semanas mientras paseaba pude escuchar la conversación que dos hermanos de apenas 4 y 6 años mantenían a la vera de sus padres, justo enfrente de la puerta de una iglesia. El pequeño preguntaba a la mayor “Y entonces, ahora mismo, ¿dónde está el Señor?” Y esta, como si de una pregunta absurda se tratase respondía como obvio “pues ahí dentro” mientras señalaba con nervio la puerta de la Iglesia. El pequeño, sorprendido por la respuesta, mientras lanzaba un espontáneo beso con la mano gritó, “anda,¡adiós Señor!”. Esta escena y los gestos de estos niños me han venido a la cabeza mientras leía la lectura de S. Lucas de hoy. La ingenuidad, la inocencia y la sencillez de ambos niños hicieron que, dentro de su edad y su pequeñez, hicieran una manifestación espontánea y cariñosa de fe. Una fe que apenas esta naciendo, pero con una sencillez, una libertad y una confianza que muchos cristianos necesitaríamos para nuestra vida. La confianza en su hermano mayor hizo que el pequeño quisiese despedirse de un Dios que habitaba en la Iglesia, sin más preguntas, sin de momento necesitar más.

¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Esta es la pregunta que Jesús hace a Natanael en la lectura del Evangelio de hoy, después de que este reconociese a Jesús como Hijo de Dios. Simplemente por hablarle directamente. Quizás necesitamos de esa confianza que Natanael puso en Jesús, hasta el punto de reconocerlo con tan solo oírlo. Quizás solo necesitamos estar un poco más atentos y apreciar en lo cotidiano la presencia de Dios. Un Dios que está en lo normal en lo cotidiano, y al que un niño es capaz de reconocer fiándose únicamente de su hermano. Tal vez lo que nos falte es esa facilidad de confiar, esa sencillez para acoger y ser capaces de decir Maestro, tú eres el Hijo de Dios.

Pasen buen día y muchas felicidades a los que celebren su fiesta por S. Miguel, S. Rafael y S. Gabriel.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Y tenia ganas de verlo (Lc 9, 7-9)

Ayer hizo un mes desde que el Papa Benedicto XVI abandonara Madrid, tras presidir la Jornada Mundial de la Juventud, ese encuentro que congregó a cerca de 2 millones de jóvenes católicos de todo el mundo. Mucho se ha escrito, para bien y para mal, de esos días de fiesta, juventud, multiculturalidad y fe. Mucha gente reflexionó de forma crítica con el Evangelio en la mano; otra mucha ha dado gracias y confía en los frutos espirituales y religiosos que saldrán de esos días, amén de ello, algunos voceros cuyas plumas se han ensañado con burla e incluso maldad, de lo vivido durante esos días. Sea como fuere, la JMJ no dejó a nadie indiferente. Y es que, los jóvenes que allí se congregaron lo hicieron llamados por el Santo Padre, pero en torno al encuentro con el Dios de Jesús. El Dios de la Vida que impulsó, de la mano del Espíritu Santo, lo vivido aquellos días. Quizás algunos con una fe más superficial o no, quizás muchos con una efusividad hacia el Papa que rozaba la idolatría o no, quizás muchos simplemente en búsqueda, quizás muchos sin un hábito constante de oración... pero de todo eso se sirve Dios para tocar el corazón de la gente.

¿Quién es este del que oigo semejantes cosas? se pregunta Herodes en el Evangelio de hoy. Ya entonces Jesús daba que hablar, y ese Dios al que llamaba Padre cautivaba a muchos a la vez que sonaba irreverente y atrevido, y ese Reino por el que Jesús apostaba y al que quería que sus amigos dedicasen su vida, ese Reino, ya levantaba pasiones a la vez que crítica.

El paso de Dios viene siempre cargado de incertidumbre, de preguntas, de dudas, pero sobre todo de búsqueda. Sin duda alguna aquellos días en Madrid, dieron y darán qué hablar, de nuevo para bien y para mal. Pero muchos, muchísimos serán los que se pregunten al igual que Herodes, que quién es ese del que oigo estas cosas, quién ese que mueve a tanta juventud y no juventud (en Madrid pero también a diario en todo el mundo); quién es ese que 2000 años después sigue siendo anhelo, sueño y proyecto de tanta gente; quién es ese que enamora hasta el punto de que entreguemos nuestra vida desde nuestra vocación particular en la Iglesia y el mundo.

Y con un poco de suerte, a la pregunta inicial le seguirá la búsqueda, y si uno se va dejando acompañar y se atreve a poner el corazón en juego acabará con queriendo algo parecido a esa frase con que termina hoy el Evangelio:

Y tenía ganas de verlo.

lunes, 19 de septiembre de 2011

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Saliendo a los Caminos MAGIS - JMJ 2011

Hace unos días un amigo jesuita me pedía que escribiera unas líneas acerca de lo vivido estas últimas semanas a través de la experiencia MAGIS y mi posterior participación en la JMJ. Hace pocos días hizo ya una semana del fin de esas jornadas que concluyeron con la eucaristía en el aeródromo de Cuatro Vientos, una semana desde que el Santo Padre abandonara Madrid y los cerca de dos millones de jóvenes que nos congregamos en torno a nuestra fe, animados por aquel anciano de más de ochenta años, nos dispersáramos a lo largo y ancho del planeta con una experiencia de encuentro, de oración, de juventud y diversidad, única y diferente para cada uno de los peregrinos. Una semana ya y aún apenas soy capaz de expresar por escrito lo vivido.

Tras casi un año y medio organizando estos días, ilusionado con la propuesta, expectante por una JMJ que nunca antes había vivido, salí desde Sevilla junto con unos 80 jóvenes más rumbo al epicentro geográfico y espiritual de la Compañía de Jesús, Loyola. Un pequeñísimo enclave en mitad del valle de Azpeitia, Guipúzcoa, dónde el Señor se valió de la convalecencia que postró a Iñigo de Loyola durante meses en una cama para trabajar su corazón, su espíritu y su voluntad, esa que finalmente se rindió al sueño de Dios, y que queda gráficamente plasmada en la capilla de la conversión, “Aquí se entregó a Dios, Iñigo de Loyola”.

Pues allá que fuimos, y allá que llegamos tras casi 12 horas atravesando España. En un ambiente de fiesta y con ganas de encontrarnos con todo aquello que más o menos intuíamos que se estaba montando alrededor de la basílica de Loyola. Pero aquello nos sobrecogió mucho más de lo que esperábamos, sorprendiéndonos de verdad. Alrededor de 3.000 jóvenes vinculados a la espiritualidad ignaciana de una cincuentena de países de todo el planeta se paseaban por aquel valle guipuzcoano, luciendo una estética común de mochilas y sudaderas, sonrientes, alegres, portando banderas que muchas veces era casi imposible averiguar a qué nación correspondían. Un mosaico de colores y lenguas bellísimo que nos dio idea de lo universal que era todo aquello que en las próximas semanas íbamos a vivir.

Fueron tres días de preparación a las experiencias que nos enviarían “al corazón del mundo” tal y como diría posteriormente el padre General, Adolfo Nicolás, en la eucaristía de envío que celebramos aquel domingo. Una celebración que fue síntesis de lo vivido aquellos días. Concelebrada por cerca de 180 sacerdotes jesuitas fue el envío en un contexto realmente católico, universal, marcado por la diversidad y la pluralidad de una Iglesia joven, que vive y se apasiona en torno al mensaje de Jesús. Días de convivencia, de fiesta, días donde cientos de jóvenes bailaron, se arrodillaron en adoración frente al santísimo expuesto en la basílica casi perenne, días de risas, de guitarra y banderas, de comidas con horario europeo y alguna que otra llovizna, días de encuentro cultural y religioso. “Con Cristo en el Corazón del Mundo” ese fue el lema de Magis que llevábamos mucho tiempo viendo escrito en carteles y merchandaising, y de esta forma, con un mensaje que nos recordaba la encarnación de un Dios implicado con la humanidad, salimos a los caminos ese lunes. Una semana justo antes de que dieran comienzo las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid.

Las experiencias MAGIS nos tuvieron dispersos por toda España, Portugal y parte del Norte de África. Un total de 99 experiencias que disfrutamos en grupos de unas 25 personas más los organizadores. Grupos formados por tres nacionalidades que invitaban al diálogo, al encuentro y al esfuerzo por hacerse entender. Con este panorama nos convertimos en peregrinos que vivirían durante una semana experiencias de trasfondo social, ecológico, de arte y creatividad de peregrinación y de espiritualidad. Aunque no sería justo no recalcar que todas ellas estaban cargadas de un contenido de espiritualidad y oración que las vinculaba estrechamente entre si. De tal modo que a lo largo del día, cinco momentos eran compartidos en todas las experiencias, de la actividad que fuese y enmarcada en el contexto geográfico que fuese: la oración de la mañana, la experiencia concreta de cada actividad, el circulo MAGIS, la eucaristía y el examen del día.

Todo ello acompañado por un material común, el Libro Magis, que contenía un lema y una petición diría, las lecturas para cada día, un pequeño extracto de alguna carta o escrito autobiográfico de S. Ignacio, y una pequeña reflexión; oraciones y canciones para acompañar la experiencia y la liturgia, y todo ello en varios idiomas, dejando de manifiesto esa pluralidad de asamblea comunitaria que nos reuníamos en torno a la fe del Dios de la Vida. Como Iglesia diversa y enorme que rezaba unida pero expresando su fe en diferentes lenguas. Signo de comunión del Pueblo de Dios.

El Circulo Magis merece unas líneas. Pues era el momento de recoger en grupo (en ocasiones por nacionalidad otras veces mixtos, según la coordinación de la experiencia que se tratase) el poso del día. Con una estructura fijada, y “liderado” por un animador, el Circulo Magis era la síntesis de todo lo que íbamos viviendo. Canalizado en un pequeño grupo con el que compartir el paso del Señor por la vida de cada uno, así como las dificultades y las dichas que se iban viviendo cada día. Un momento de abrirse y compartir, respetando, orando, escuchando, interpelando y dejándose interpelar. Otro momento de comunión que, para mí, estaba estrechamente unido a la celebración de la eucaristía, como manifestación comunitaria de una misma fe, como acción de gracias expresada desde lo profundo de cada uno al final del día.
Y de esta forma, tras una semana de experiencia con lituanos, croatas, libaneses, indios, irlandeses, coreanos, keniatas, estadounidenses, argentinos, franceses, chinos, portugueses, tanzanos o albaneses entre otros muchos más, volvemos a salir a los caminos para encontrarnos en el Colegio de Nuestra Señora del Recuerdo, en Madrid, para participar de las llamadas Jornadas Mundiales de la Juventud, en torno a su santidad, el Papa Benedicto XVI, pero convocados por alguien que nos trasciende, que nos enamora y nos reúne a celebrar como católicos. Convocados por el Dios de Jesús de Nazareth y su mensaje de esperanza, amor y salvación.
Así, ya con casi diez días de actividad a nuestras espaldas nos encontramos la calurosa tarde del 15 de agosto, cargados de vivencias, nuevas amistades, momentos de oración y encuentros empapados de una rica diversidad cultural. Fue momento de reencuentros, de abrazos entre los conocidos, de muchas cosas que querer contar y compartir y apenas saber por dónde empezar, momento de sentir que habías vivido una experiencia única, inmejorable, la mejor de todas. Pero a medida que ibas hablando te ibas dando cuenta que a todos nos sucedía lo mismo. Y es que el Señor sabía que debía regalar a cada uno, y de esta forma, todos teníamos la necesidad de dar gracias “por tanto bien recibido”.
Y quizás con ese sentimiento de encuentro y profundo agradecimiento nos reunimos de nuevo. 3.000 jóvenes en un patio, bajo un sol de justicia en la fiesta de la Asunción de María. Y en torno a María, a ese primer “sí” generoso, sincero y autentico, celebramos la eucaristía presidida por el Provincial de España. Paco Pepe nos regalo una homilía hermosísima en la que unió ese Magis Ignaciano que da nombre a nuestra experiencia y el evangelio de la visitación, lleno de abundante alegría entre María y su prima Isabel: “queridos peregrinos: ahí tenéis vuestro MAGIS. El Magis consiste en transmitir la alegría de María, la nuestra, cuyo auténtico nombre es Cristo, y pronunciarlo en el mismísimo corazón del mundo. El mundo os está esperando para llenarse de esa alegría".
De esta forma concluía Magis como experiencia de convivencia, encuentro y oración, pero comenzaban para nosotros y cientos de miles de jóvenes más, las Jornadas Mundiales de la Juventud de Madrid 2011.
Esos días me sorprendieron, pues por mucho que uno oía cifras es difícil imaginar a cientos de miles de jóvenes de todo el planeta congregados en una misma ciudad, con un horizonte de fe común y con alegría, muchísima alegría.
La oferta en Madrid era impresionante. Decenas de actividades, oraciones, musicales, proyecciones, talleres, charlas y exposiciones que te obligaban a organizarte y tener tejido un plan “b” por si el metro, los atascos o la puntualidad frustraban el original.
Me es difícil recoger todo lo que hice esos días: desde un par de catequesis durante la mañana con Amigo Vallejo, Arzobispo emérito de Sevilla, o Novell, obispo de Solsona y el más joven del episcopado español, pasando por una chulísima exposición acerca de la vida de la Madre Teresa de Calcuta, su opción, sus dudas… todo ello acompañado por un ir y venir de misioneras de la Caridad que compartían con los allí presentes su testimonio; una charla con Kike Figaredo, prefecto apostólico de Battanbang, y su testimonio de trabajo en Camboya luchando contra las minas anti persona y apostando por niños y niñas víctimas de las mismas; un recorrido por la situación de aquellos cristianos perseguidos por su fe en China, India, Cuba, Irak, Egipto…; un concierto oración con el cantautor chileno Cristóbal Fones sj con el que muchas veces he orado en formato mp3 y ahora puede escuchar en directo; paseos por el Retiro recorriendo la Feria de las Vocaciones, charlando con Legionarios de Cristo, Capuchinos, seminaristas, Jesuitas, Heraldos del Evangelio, Nazarenas, Esclavas, Salesianas, Combonianos… y decenas de carismas de los ni había escuchado hablar; rezar frente a la tumba de s. José María Rubio justo antes de disfrutar de la exposición acerca de las Reducciones jesuíticas y la apuesta de la Compañía de Jesús por la dignidad de los indígenas; Exposiciones del santísimos en el Retiro, oraciones con los Hermanos de la comunidad de Taizé, proyecciones de películas, el macro festival de Vida Consagrada organizado por la CONFER… muchísimas actividades que te obligaban a optar y que al final del día recomendabas y compartías en el colegio. En este pequeño resumen se aprecia la diversidad de carismas, de sensibilidades que representan a la pluralidad de la Iglesia, viva y joven que se reunió en Madrid. Una Iglesia cuyo referente católico, en el sentido universal, cobro un especial sentido para mí esos días de encuentro.
A partir del jueves se producía la llegada del Santo Padre, figura que nos convocaba a estas jornadas de fe y fiesta, pero siempre con el horizonte que como Vicario de Cristo, el Papa nos llama pero nos reúne la fe, el mensaje de un Dios que siente pasión por cada uno de nosotros, hasta el punto de llamarnos a cada uno por nuestro nombre como nos recuerda el profeta Isaías. A partir de ese día las actividades de las jornadas se interrumpían en momentos claves para que todos los que quisiésemos pudiéramos asistir a los actos en torno a Benedicto XVI.
Como momentos fuertes de encuentro con el santo Padre destaco tres. Dos ellos por su contexto y su protagonismo en las Jornadas, y uno de ellos por su intensa carga de oración que me sobrecogió. Este último fue el Viacrucis celebrado el viernes. Con unas meditaciones preparadas por las Hermanitas de la Cruz, diferentes grupos de jóvenes unidos a circunstancias de especial dolor en sus vidas (persecuciones, enfermedad, adicciones…) cargaban la cruz de los jóvenes, esa que Juan Pablo II nos regaló para que recorrieran el mundo haciéndonos caer en la cuenta de la esperanza que hay tras ella, cruz que acogimos en la Iglesia de Portaceli hace unos meses, y sobre la que pude rezar y descansar todo aquel dolor que por entonces me inundaba. El procesionar de la cruz, frente a las diferentes estaciones representadas por pasos y tronos traídos desde toda España, manifestaba un camino al Calvario que destacaba por una solemnidad y una belleza cuyas meditaciones lo hacían especialmente cercano a la realidad del mundo. Fue una manifestación del lema que llevaba semanas orando, cantando y meditando “Con Cristo en el corazón del mundo” un mundo muchas veces sufriente, roto, dolido, frente al que nos toca optar, y tal y como nos recordaba el Padre General en Loyola, la opción por Jesús es la opción por los que sufren, por los desheredados de este mundo, es la opción auténtica del cristiano, la que nos une, nos diferencia y nos salva. Esa opción, esos sufrientes fueron los protagonistas de un viacrucis que disfrute en mitad del Paseo de la Castellana, en medio de un silencio sobrecogedor y acompañado de buenos amigos y un grupo de jóvenes chilenas con las que compartí padrenuestros y avemarías.
Quizás el viacrucis hubiera sido suficiente para mí. Y eso pensé cuando me vi la tarde siguiente en Cuatro Vientos, preparándome para la Vigilia, pero en un contexto que me hacía cuestionarme muchas cosas. La situación en los campos de refugiados que pueblan el continente africano no tendrá ni punto de comparación a esto, pero las aglomeraciones, el sofocante calor y la ausencia de sombra, el polvo y la marcha de millón y medio de peregrinos que deambulaban en busca de agua, comida y se desmayaban sin aviso previo, hizo que aquella tarde reflexionara mucho junto a un amigo sobre esos campos dónde la vida se detiene y no es cuestión de una tarde y una noche, sino es cuestión de semanas, meses y años, luchando por sobrevivir, hostigados y esperando alimentos y ayudas que muchas veces no llega. Lo pasé realmente mal aquella tarde. Mis pensamientos y mi asma me tenían pillado. Quizás por ello agradecí aquel “torrente de agua viva” que se derramó sobre nosotros la noche del sábado. Y mientras mis padres y mis abuelos desde casa, asistían temerosos a las imágenes de una tormenta que descargó con fuerza agua, viento y relámpagos sobre aquella marea humana de colores reunidos frente al Papa, yo agradecía la lluvia.

Que el Papa aguantara junto a nosotros la tormenta fue todo un regalo. Puede parecer absurdo, pero a sus 84 años, las cosas son más difíciles y a pesar de estar medio a cubierto se ve claramente como el alba le chorreaba en los bajos. Aquel rato compartido que el Papa definió posteriormente como aventura, tuvo su momento más emocionante con la adoración. Millón y medio de voces callaron, y la mayoría se arrodillaron para adorar al Señor en la custodia, en un momento de oración breve pero especialmente intenso, que concluyó con el canto de adoración “cantemos al amor de los amores” que tanto han cantado nuestros abuelos y padres y que aquella noche entonamos los jóvenes en Cuatro Vientos. Una enorme representación del mundo, de su juventud, de su diversidad, acompañaba y se postraba con cariño y entrega al Dios de la Vida presente en el santísimo sacramento expuesto.

Con todo esto en el corazón, y el cariño del Papa de esa noche, deseándonos un buen descansar, esperándonos ver mañana “si Dios quiere”, me quede dormido, con la algarabía de muchos que acompañaban la noche con cantos y guitarras, y la oración y el rezo de otros que buscaban las capillas que había aguantado la tormenta para seguir acompañando al Señor.

Quizás por la intensidad del viacrucis del viernes y la aventura y la adoración del sábado, el domingo, la eucaristía no destaca especialmente en mi memoria. El cansancio, el sol, el no poder comulgar, la dispersión fueron claves para que la celebración me costase. Disfrute de la homilía, de ese mensaje de pertenencia a una Iglesia, a una comunidad, pertenencia necesaria para vivir y compartir la fe. Me quedo con sus palabras al comenzar la misa, que nos sacaron una sonrisa y nos prepararon para la eucaristía: “Queridos jóvenes he pensado mucho en vosotros en estas horas que no nos hemos visto. Espero que hayáis podido dormir un poco a pesar de las inclemencias del tiempo". Esta madrugada habréis levantado los ojos al cielo más de una vez; y no sólo los ojos, sino también el corazón. Eso os habrá permitido rezar. Dios saca bienes de todo; con esta confianza, y sabiendo que el Señor nunca nos abandona, comenzamos la celebración eucarística llenos de entusiasmo y firmes en la fe", nos dijo. También con su bendición final, con el rezo del ángelus que tanto me gusta y con su envío a que compartamos nuestra alegría y nuestra fe al retornar a casa. Y así nos toco regresar.

Tal vez son demasiadas líneas, escritas casi de corrido, pero ni por asomo recogen todas las sensaciones, vivencias e historias que viví desde el 5 agosto hasta el 22. Han sido días de salir a los caminos, de peregrinar, de conocer gente, de reír, disfrutar, echar de menos rostros y voces, de crecer, llorar y sanar, de soñar y rezar, de optar y seguir. Días de conocer un poco mejor y más en profundidad mi fe, la Iglesia enorme, rica, viva, joven y plural en que la quiero estar y de la que me siento parte. Días para dar gracias, por tanto, tanto compartido. Días que me han hecho seguir queriendo estar con Cristo en el corazón del mundo, de nuestro mundo, intentando ser coherente, enrraizado en la persona de Cristo, edificando en Él y manteniéndome, a pesar de mis limitaciones y fragilidades, firme en una fe que me llena, que me da VIDA con mayúsculas y a la que siento como un regalo, como una gracia que solo puedo agradecer.

“Con Cristo en el corazón del Mundo”

“Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”


Sergio

martes, 30 de agosto de 2011

El general de los jesuitas, con MAGIS en Loyola

(Publicado en Religión Digital - 08/08/2011)

Frente a la Basílica de S. Ignacio de Loyola, cerca de 3000 jóvenes de unas 50 nacionalidades diferentes hemos celebrado una eucaristía de envío para mañana salir rumbo a nuestras experiencias MAGIS, repartidas por toda España, Portugal y el Norte de África.

El P. Adolfo Nicolás, General de los Jesuitas, presidió la celebración concelebrada por unos 180 jesuitas de todos los rincones del mundo. Ello, unido a los miles de jóvenes que allí nos encontrábamos y a las decenas de vecinos de la localidad de Azpeitia que nos acompañaban, han hecho de este pequeño y hermoso valle, una pequeño mundo, dónde diferentes lenguas, nacionalidades, culturas, rasgos... se hacían presentes en comunión con una misma fe. La que nos une, la que nos convoca y la que nos apasiona. De nuevo el sentido de católico, de universal vuelve a cobrar fuerza en un contexto de diversidad y pluralidad.

En todo momento la liturgia ha contado con el apoyo del coro magis, que entonaba letras en inglés, latín, francés, portugués, español, italiano... de nuevo diversidad, de nuevo comunión, de nuevo un mismo mensaje.

Durante su homilía el Prepósito General de la Compañía de Jesús se ha mostrado cercano, fresco, directo...en un lenguaje claro ha repasado las lecturas y el Evangelio de hoy recordándonos como "Dios esta en la paz y en la brisa refrescante de la tarde". No hemos encontrado a Dios en el miedo, ni en grandes discursos pronunciados por lideres políticos, ni siquiera por sacerdotes, nos recordaba el padre General "Nosotros conocemos nuestra propia historia y s. Ignacio quiere hacernos sensibles a esa brisa que nos refresca. "El Señor no habla en los grandes ruidos, aunque a veces sean necesarios" Nos recordó como Dios se muestra lejos del ruido, y como en la música Dios se hace presente, en la música y en su diversidad, esa que hoy recogemos todos los jóvenes reunidos hoy en esta plaza, frente a esta Basílica.

La segunda lectura de este domingo es realmente dramática. En ella S. Pablo reconoce que por amor sus pueblo, a sus hermanos sería capaz de convertirse en proscrito de la fe que profesa, pero Dios es más fuerte. Esta lectura, ha dicho el General, hace referencia a esa segunda fase de la experiencia MAGIS, el momento de encuentro , de salir a los caminos, el momento de solidaridad con la realidad que nos rodea, de compartir aquellos con los que nos cruzamos. "El grado de comunión es tan alto que necesitamos ese compartir con el otro. Sentirnos uno como ellos".

"Pablo no es un indignado de la Puerta del Sol"
es mucho más nos ha recordado el P. Adolfo Nicolás. "Es un enamorado de su pueblo, se indigna, sí, pero construye, se alegra, crea y confía"

De la mano del Evangelio de hoy, de la falta de fe de Pedro, de un pasaje tan familiar para todos, ya que nos muestra la realidad de nuestra vida. Una vida que es remar muchas veces en la noche, en medio de la tormenta.

"El miedo es punto clave de las lecturas de hoy. Es muy familiar, hay muchas personas que hoy nos venden miedo, incluso para conseguir votos. Es tiempo para poner nuestra fe a prueba, y también el valor de nuestra esperanza(...) Si lo que nos preocupa es nuestro propio éxito acabaremos hundiéndonos, si nuestro corazón lo ponemos en Cristo, es decir, en los que sufren, en los pobres, caminaremos sobre las aguas sin ningún tipo de miedo".

De nuevo hablamos de opciones, de elegir, de libertad. De optar entre mi propia seguridad, mi yo o bien entre los demás, entre los que más lo necesitan. "Esa es la gran diferencia entre tener o tener fe, entre seguir o no a Jesús"

En todo momento el Padre General ha ido compartiendo estas ideas en castellano, inglés y euskera para concluir con un deseo, con una plegaria que ha elevado en medio de un silencio de acogida y oración: "Que la JMJ aumente nuestra preocupación por aquellos que sufren, no unicamente por nosotros"

Por la tarde, ante los medios de comunicación, el Padre General ha resaltado el papel de los jóvenes ante los retos de este mundo globalizado: "Los jóvenes son los que pueden cambiar nuestro mundo", pero necesitan prepararse para "responder a preguntas que ni nos imaginamos". "A medida que aumenta la información disminuye la capacidad de reflexionar".

La juventud "recibe pocos horizontes y mucha propaganda que les dice donde gastar su dinero", sin embargo "es importante saber que están buscando algo más". El P. General les a animar a un "sentir profundo". "Que los jóvenes sientan, que no vivan a merced de este sentimiento superficial que se vende", se trata de "ir a lo profundo del corazón". Según el Padre General, "eso se da en el encuentro, por eso MAGIS 2011 es bueno porque pone a los jóvenes en contacto con personas de otras culturas". Para aproximarse al prójimo, ha subrayado la importancia de la solidaridad, "en un mundo multicultural como el nuestro nos va a salvar la capacidad para sentir con el prójimo, de lo contrario quedaremos a merced de intereses particulares, luchas personales o tribales y vamos a perder la oportunidad de encontrarnos quizás por primera vez en la historia con una humanidad en toda su plenitud". Después, ha tenido un encuentro con 60 jóvenes, con representación de todos los países presentes en MAGIS. Ha sido un espacio de intercambio cordial y enriquecedor. A lo largo de la tarde, ha habido talleres y dinámicas de animación para seguir promoviendo la participación y reflexión de los jóvenes presentes.

Ayer por la noche, tuvo lugar la Feria de las Culturas, un espacio artístico y lúdico en el que diversos países presentaron un baile o canción de su país. Países como Indonesia, Kenia, Australia, México, España o Albania mostraron la fuerza, pasión y capacidad de expresión en esta experiencia festiva y multicultural.

Loyola, encuentro, acogida, oración... MAGIS

(Publicado en Religión Digital - 07/08/2011)
Resulta difícil poder compartir en pocas líneas todo lo que he ido viviendo desde que ayer, tras casi 14 horas de autobús, puse los pies en Loyola.

La primera impresión la causó la cantidad de autobuses que iban llegando mientras los voluntarios organizaban nuestra llegada y nos iban mandando a colegios y polideportivos de la zona: jóvenes de Camboya, Polonia, India, Kenia, Canadá... Mientras marchábamos a nuestro lugar de hospedaje e inscripción veíamos un montón de grupos reunidos con sus respectivas banderas o sus camisetas propias que nos saludaban con una mezcla de nerviosismo e ilusión. La misma que la nuestra. Que supongo nace de encontrarnos de golpe en una especie de aldea mundial. Pues Azpeitia y concretamente Loyola es durante estos días muestra de la diversidad y la pluralidad del mundo.

Otra de las cosas que mejor poso me dejan mientras escribo estas líneas, es la acogida por parte de los vecinos de Azpeitia, volcados con los más de 2.700 jóvenes que estos días inundamos su rutina. Orientándonos, recibiéndonos con sonrisas y bromas, y manifestando la alegría de ver a tanta juventud en torno a una misma fe, en torno a un mismo proyecto, y en su casa.

La noche de ayer concluyó con una acogida donde cabe destacar la representación de un grupo de jóvenes portugueses, acerca de una de las batallas más importantes que s. Ignacio de Loyola libró en estas tierras, aún convaleciente tras la bombarda que le destrozó la pierna en la defensa de la ciudad de Pamplona. La batalla que él propiamente recogió después en su meditación sobre las Dos Banderas de sus Ejercicios Espirituales. Una puesta escena bellísima, cuidada hasta el detalle y con juegos de luces, fuego y danzas que me hizo comprender mejor ese mensaje que el Papa Benedicto repite a menudo, y es que Dios es belleza y por tanto el arte que sale de la mano del hombre es ejercicio de transmisión y transparencia de Dios. Ayer esa meditación de las Dos Banderas que representa la opción de Cristo y del Maligno fue una representación de la opción por la VIDA escrita en mayúsculas que arrastró a Ignacio a una vida de entrega, y que hoy hace posible que estemos tantos "jóvenes jesuitas" preparando esa JMJ que celebraremos juntos con cientos de miles más, en torno a su santidad y convocados por el mismo Espíritu que arrastró a aquel vasco a su camino de santidad.

La oración de anoche y la de esta mañana han sido signo de universalidad, dando sentido al término católico - universal- que tantas veces no terminamos de interiorizar. El Señor nos convoca, nos sale al encuentro y con Él oramos y a Él escuchamos en mitad de la explanada a los pies de la Basílica de Loyola. Da igual que solo entendamos la oración en español y que la lengua polaca o de algún país africano nos sea desconocida. Oramos en comunidad al mismo Dios, al Dios de la Vida que sabe cómo mejor hablarnos: directo al corazón.

En todo momento las lecturas y los salmos han estado acompañadas por un coro de voluntarios que lleva desde hace semanas trabajando para acompañar una liturgia y una puesta en escena supercuidada.

Esta mañana la oración ha sido introducida por Monseñor Jose Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián. Monseñor Munilla ha comenzado evocando a S. Ignacio y considerando este "santo lugar como un tesoro diocesano". "San Ignacio oró en este lugar, teniendo este bello paisaje como retablo de su oración". Monseñor Munilla recordó como Ignacio oraba en varias lenguas- español, vasco, latín , francés e italiano- mientras Dios habla en lenguaje único, un lenguaje directo con un mucha facilidad de conexión, el lenguaje del amor. " No habéis venido solo mirar sino a observar y tener experiencias. No solo a escuchar, sino a oír su Palabra. Serán por tanto días de búsqueda dónde descubriremos que Dios nos busca antes de que tan siquiera nosotros hayamos pensado en Él".

Terminó invocando la advocación mariana que tanto acompañó a Ignacio durante su vida en estas tierras: " Que Santa María de Olatz os de un corazón abierto, sediento y hambriento de la voluntad de Dios manifestada en Jesucristo".

Tuve la suerte de poder saludarlo personalmente. Bromeamos acerca del tiempo, un tiempo estupendo que nos acompaña con un cielo abierto y unas temperaturas que hoy me han hecho dudar de si estoy en mitad del País Vasco o sigo en Sevilla. A la pregunta de qué espera usted de los jóvenes, Monseñor Munilla se sonrió y me respondió: "simplemente que sepan escuchar y cumplir con sinceridad la voluntad de Dios". Mientras se marchaba acompañado del General de los Jesuitas, el Padre Provincial de España y el el Provincial de Loyola no dejó de saludar a gente y tuvo en todo momento tiempo para fotos.

Durante el resto del día hemos disfrutado de diferentes actividades de la feria MAGIS: talleres de manualidades, gymkana, actividades deportivas, charlas, oraciones,... todo ello entre momentos de encuentro, de charlas animadas y divertidas, de momentos de compartir sin hablar el mismo idioma, pero compartiendo algo mucho más grande.

La tarde ha tenido como protagonista la celebración en torno a la eucarístia reunidos por lenguas, y ahora, con el tiempo ya más propio del lugar donde nos encontramos, pasamos a disfrutar del festival de las culturas, con intervenciones representativas de las decenas de nacionalidades que aqui nos encontramos.

Me gustaría poder recoger lo que voy viviendo con más sosiego y detalle, pero los medios y los tiempos son los que son.

Hasta mañana, desde Loyola y con mucha lluvia.

domingo, 28 de agosto de 2011

Allá dónde estés...

Hace ya un año que te fuiste.


Un año ya. Y todavía me cuesta pensar que no estas en tu casa, o que si llamo por teléfono no será tu voz despistada y cariñosa la que me hablara durante un rato antes de pasar la llamada a su destinatario. Todavía tengo esa voz grabada como un agradable recuerdo que conserva aquel que se siente hablando con alguien que lo quiere, con alguien junto a quien te sientes seguro, con alguien al que une un cariño especial.


Te fuiste casi de improviso, pero aguantando y peleando hasta el final. Nunca se me ha pasado por la cabeza pensar que desistieras o que te cansaras de luchar. Nada de eso.

Y es que si echo la vista atrás te recuerdo siempre luchando, trabajando por sacar adelante tus sueños, tus cosas. Luchando por tu familia, por tu hijo, animándolo con la carrera, cuidándolo hasta a veces parecer pesada, siempre pendiente de dónde estaba, de cómo lo pasaba. Un solo hijo, pero a medida que pasaban los años y que mi amistad con él crecía también yo (y sé que muchos más) te sentía como una madre.

Te conocí con un cáncer apenas superado, siempre con la sonrisa en los labios. Parecía que ese mal recuerdo del cáncer mello tu cuerpo, fatigado con facilidad, pero siempre lleno de ilusión, de ganas de hacer cosas, de innovar, de vivir...

Así te prejubilaste y así llegó la ilusión de crear con tus manos y plasmar de alguna forma el don de la creatividad que el Señor te regalo. Y empezaste con tus clases de arte por las tardes, a tu edad y a veces en contra de tu gente que te veía muy liada, y veía como los horarios y los trabajos también te fatigaban. Pero daba igual. Tu estabas encantada.

Disfrutabas con la pintura y la escayola, los moldes, los lienzos, los colores y la arenilla como en una segunda infancia. Se te veía feliz y cuando nos pillabas en casa te encantaba enseñarnos cosas y hablarnos de otras tantas que tenias ya en mente o que ibas a aprender.

Cuando nos pillabas en casa. A los pocos días de irte volvimos a ir varias veces. No era lo mismo lógicamente. Todos esperábamos encontrarte allí, en tu casa que hacías que fuera nuestra. Siempre abierta y dispuesta a cualquier fiesta o encuentro que quisieramos allí celebrar. Siempre con ganas de que cenáramos allí, de que compartiéramos contigo la ilusión de tu huerto,de tus plantas... siempre con ganas de tenernos allí, como una madre adoptiva que disfrutaba teniendo cerca a sus otros hijos, a muchos de los cuales también habías tenido en las aulas del cole de los jesuitas donde trabajaste muchísimos años.

No sé si fue mala fortuna, casualidad,o si por mi fe me toca llamarlo Providencia. Pero algo quiso que aquella semana de agosto que sufriste tu segundo ataque al corazón en pocos meses y que te tuvo ingresada en el hospital no pudiéramos hablar, ni vernos, ni despedirnos.

Llgué apenas una semana y poco antes, acompañado y con ganas de ir a verte, pues la última vez que hablé contigo por teléfono, apenas un mes antes estabas genial, contenta de nuevo, y aceptando a regañadientes que el huerto no iba a poder ser cosa tuya... demasiado esfuerzo.

No fueron unos días muy fáciles para mi. Amar duele a veces y cuando quieres a alguien en demasía, la gente se hace mucho daño sin darse cuenta, sin querer... en eso estaba yo esos días cuando te fuiste.

Lloré y lloramos mucho tu marcha. La forma en que te fuiste, pues a pesar de saber que no estabas en tu mejor momento, no imaginé que aquel 28 de agosto de 2010 estaría rodeado de amigos que dejaban correr sus lágrimas con libertad por sus mejillas mientras acompañabamos a tu hijo, nuestro amigo, y a tu marido, mientras, a la vez, todos acompañábamos nuestra tristeza por la pérdida de alguien a quién sentíamos muy muy cerca, a quien queríamos de una forma que solo nosotros entendemos.

Ha pasado un año, y el pensar en ti me hace dibujar una sonrisa a la vez que me inunda una triste añoranza por tu marcha. Pero sé que sigues ahí. Que velas por nosotros muy cerca de ese capuchino barbudo al que muchas veces te encomendabas cuando la cosa no iba bien, ese fray Leopoldo que tanto significa para mi. Ahora mismo hará un año de su beatificación en Granada,en la cual te tuve muy presente, consciente de que allí nos acompañabas también tú.

Hoy tengo el ánimo regular, supongo que es normal, que no fueron buenos días, y que aunque uno mire hacia adelante hay cosas que siempre guardará en su corazón, pues se han escrito con un pluma diferente. Y es bueno tenerlo presente, pues si uno llora es porque ha querido, y eso nos paso esa mañana contigo, que lloramos porque te queríamos.
Tu recuerdo, tu voz, tu sonrisa y tus despistes sigue muy vivos en mi. En un rato, en el silencio de mi oración, te tendré especialmente presente en la eucaristía de hoy, como acción de gracias por todo lo que de forma directa e indirecta compartimos, por tu atención, por tu cariño, por tu entrega cariñosa... por ti Reyes.

Un beso fuerte fuerte allá dónde estés.

Sergio

jueves, 4 de agosto de 2011

En camino... MAGIS

Mañana a esta hora llevaré un montón de horas de guagua rumbo a Loyola, tierra santa para muchos de los que vivimos la fe sintiéndonos Iglesia de la mano de la Compañía de Jesús.

La mochila esta casi hecha, pero estoy seguro de que se me queda algo...Nunca he preparado una mochila para de ir de peregrinación y ¡lo de calcular el peso lo llevo regular!

Pero bueno, ganas no me faltan.

Mi experiencia MAGIS la pasaré peregrinando, con destino al santuario mariano de Fátima. Mi opción era peregrinar y la idea de terminar en un contexto mariano me ilusionaba un montón, pero es cierto que el lugar de las apariciones de la Virgen de Fátima no me apasionaba. Pero me toca confiar, y a hoy, ¡lo hago con mucha ilusión!

Estaré muchos días "desconectado" del blog, aunque puede que comparta algo en el espacio que tengo en Religión Digital: http://blogs.periodistadigital.com/sin-forzar-el-paso.php

Tengo muchas ganas de vivir estos días. Del encuentro en Loyola, de la peregrinación, la JMJ en Madrid y todo lo que ello supone de conocer gente de diferente rincones el mundo, de reencontrame con amigos, compartir historias, rezar juntos y reunirnos en torno al Dios de la Vida invitados por el santo padre... espero que sean dias de mucha risa, de mucha oración, de mucho compartir... Hay cosas que me hubiera gustado que fueran diferentes, sobre todo rostros que echaré de menos estos días en torno a este encuentro de juventud y fe...

Ya les contaré a la vuelta. Recen para que en estos días no perdamos el sentido de comunidad que se reune para celebrar, con pasión y autenticidad, en torno a un Dios padre que enamora y acompaña.Para que no quede en simples fuegos de artificio, pues la Iglesia y el mundo necesita mucho más. Pide a los jóvenes mucho más.

Un fuerte abrazo, todavia metiendo cosas en la mochila...
Hasta pronto...





Acaban de colgar el himno de MAGIS, supongo que sera parte de la banda sonora de estos días y acabrá encantándonos a todos.

domingo, 31 de julio de 2011

Fundador, sois Ignacio y General...

Hablar de S. Ignacio de Loyola es hablar de conversión y búsqueda; de arrojo y escucha; de Iglesia y servicio; de amistad, proyecto, fe... es hablar de ese "capricho" de amigos en el Señor como me gusta llamarlo, que es la Compañía de Jesús.

Logicamente se pueden añadir muchísimos términos a esta lista, pues la Orden fundada por iniciativa de este vasco cojo en su andar, de la mano de Francisco Javier, Fabro, Salmerón, Bobadilla, Laínez y Simón Rodriguez tiene en su haber casi 500 años de historia que han dado para mucho.

Se pueden añadir muchos términos, pero sobre todos muchos nombres propios, de aquellos que, firmando sj o no, han sido Evangelio encarnado, formando parte de ese sueño de Dios y trabajando en el seno de la Compañía de Jesús o a su vera.
Su protagonismo en la contrarreforma en los comienzos de su andadura; su búsqueda de la voluntad de Dios a partir de la experiencia de los Ejercicios Espirituales; las Reducciones jesuítas y su implicación en la defensa de los indígenas en los siglos XVII y XVIII; su labor educativa y de formación académica - en 69 países la Compañía tiene 207 instituciones de Educación Superior (universidades), 472 de Secundaria, 165 de Primaria y 78 de Profesional o Técnica, calculando el número total de alumnos en torno a 2.477.207- su historia de santidad; la propagación de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús; su opción preferencial por los pobres, los nuevos aires que llegaron durante el Generalato del Padre Arrupe;el Servicio Jesuita de Refugiados, su estar en las "fronteras"como opción comunitaria, reforzada hace unos años con la alocución de Benedicto XVI tras las Congregación General 35... Todo es se Compañía de Jesús y por ende Ignacio de Loyola.

Amen de ello, también para mi, como antiguo alumno de los Jesuitas (concretamente del Colegio S. Ignacio de Loyola de Las Palmas de Gran Canaria) la memoria del fundador de los jesuitas me evoca recuerdo más personales: mi etapa académica, mis padres, mi primer grupo de amigos de verdad y muchas amistadesque han surgido en torno a la pastoral y el compromiso de fe, mi propio redescubrimiento de la fe a los 16 años; mis veranos en Málaga, Almería,Loyola, Javier o Marruecos de la mano de alguna actividad de pastoral; el Colegio S, Estanislao de El Palo, ECCA en Canarias, muchos, muchos nombres de jesuitas maestros de vida, amigos en el Señor y sinceros compañeros de amistad, mi primer amor de verdad... y mucho, mucho más que sería demasiado aburrido recoger aqui y que prefiero callar y guardar en el corazón.

Cierto es que los hijos d S. Ignacio han cometido errores, cierto es que el propio Ignacio echaría de menos muchas cosas y corregiría otras tantas (a la vez que les felicitaria por muchas) cierto que han confundidio cosas, que hay jesuitas de renombre que confunden y, en ocasiones, estan ellos mismos confundidos (como hay otros sancionados cuya fe es manifiesta), cierto es que han disminuido en vocaciones (aunque siguen siendo la orden religiosa masculina mayoritaria) y que ello supone el cierre de comunidades, algunas históricas como la del Santuario de Montilla (dónde eran custores de S.Juan de Ávila por deseo expreso del santo, pronto doctor de la Iglesia) o la de Toledo hace apenas un mes...

Pero la vitalidad, la VIDA y la fe que hoy se respira en el seno de la Compañía, sus proyectos, sus opciones y su compromiso la hacen depositaria de una importante misión como heraldos del Evangelio, como servidoress e imitadores de Cristo, que aún sintiéndose frágilesy pecadores, son llamados a esta gran empresa de construcción del Reino.

Por mucho que algunos falsos profetas que se jactan del cierre de comunidades, que auguran y se felicitan por la extinción de los jesuitas y que abogan, en ocasiones sin tapujo, por una nueva supresión de la Compañía de Jesús, rememorando oscuros tiempos pasados, por mucho que se burlen de Arrupe y su intuiciones y sueños, o echen por tierra la muerte de Ellacuría y compañeros (mártires del Salvador sin duda alguna), hoy la Compañía sigue viva, comprometida con el mensaje de Jesús y esforzándose en diferentes y muy variados ámbitos, por ser Evangelio encarnado, de la mano de ese concepto que en nuestro lenguaje ignaciano es "ser contemplativos en la acción".

A esos que presumen de fidelidad al magisterio y a la Santa Madre Iglesia, pero se sonrien con el sufrir de un retoño que brota de ella misma, como es la Compañía de Jesús,a esos les regalo estas líneas:

" (...) de cuando en cuando llegan a Nuestros oídos, hiriéndolos, ciertas insinuaciones de algunas personas que, aun en su celo ardiente, carecen del sentido de la discreción y de la medida. Ellas no ven en los tiempos modernos sino prevaricación y ruina; van diciendo que nuestra época, comparada con las pasadas, ha ido empeorando; y se comportan como si nada hubieran aprendido de la historia, que sigue siendo maestra de la vida, y como si en tiempo de los precedentes Concilios Ecuménicos todo hubiese procedido con un triunfo absoluto de la doctrina y de la vida cristiana, y de la justa libertad de la Iglesia.

Nos parece justo disentir de tales profetas de calamidades, avezados a anunciar siempre infaustos acontecimientos, como si el fin de los tiempos estuviese inminente.

En el presente momento histórico, la Providencia nos está llevando a un nuevo orden de relaciones humanas que, por obra misma de los hombres pero más aún por encima de sus mismas intenciones, se encaminan al cumplimiento de planes superiores e inesperados; pues todo, aun las humanas adversidades, aquélla lo dispone para mayor bien de la Iglesia."


Para quien no les suene, fueron parte de las pronunciadas por el beato Juan XXIII en la sesión inaugural del Concilio Vaticano II, el 11 de octubre de 1962. Nadar a contracorriente a veces cuesta, pero ello no es signo de ruptura, no significa vivir al margen de algo mucho más grande.

La fidelidad no implica conformismo, no es fundamento del pensamiento único (mientras el miedo y la anulación si que pueden decirse como tal) la fidelidad es pasión y respeto,seguimiento y también implica disensión, crítica y autocrítica, implica cuestionarse para mejor avanzar, e implica releer nuestra historia y nuestro proceso para mejor servir y mejor compartir la Buena Nueva de Jesucristo. Disentir es amar por mucho que algunos nos hagan creer otra cosa.

En la solemnidad de S. Ignacio de Loyola pido su intercesión por todos mis amigos que firman sj, por aquellos y aquellas que sin firmarlo nos sentimos amigos en el Señor, por la Compañía y sus instituciones, sus obras, sus proyectos y sus sueños, por sus vocaciones y por ende a todo ello, por la Iglesia, de la que los Jesuitas son parte. Para que sigan optando, trabajando,compartiendo, orando e implicandose, siempre, en palabra de Pedro Arrupe,"con el amor de Dios y en absoluta fidelidad a la Iglesia, a la que servimos humildemente porque la amamos apasionadamente".

Padre y Maestro Ignacio,
escrutador de los caminos de Dios,
amigo fiel del Señor,
humilde servidor de Cristo y del Evangelio
bajo el estandarte de la cruz,
buscador incansable de la mayor gloria de Dios
a través del discernimiento y de la oración,
dócil a la obediencia al Señor y a la Iglesia su esposa;
Tú que no has buscado riquezas y honores,
sino que has preferido ser pobre con Cristo pobre,
despreciado con Cristo humillado,
con tal que fuese anunciado a todos
el santo Nombre de Jesús en quien está la salvación,
intercede por nosotros ante el Padre de las misericordias,
para que en este tiempo de gracia
podamos buscar y encontrar en todo
su divina presencia
y conocer su voluntad.

Al Eterno Rey de todas las cosas
confiamos esta mínima Compañía,
que no ha sido instituida por medios humanos,
sino por la mano potente de Cristo el Señor
en el que ahora ponemos nuestra esperanza,
para que se digne conservar y llevar a cumplimiento
aquello que se ha dignado comenzar para su servicio y alabanza
y para la ayuda de las almas.


A ti, Padre Ignacio y a la Compañía del cielo,
confiamos nosotros mismos
para que confirmados en la fe,
afianzados en la esperanza
e inflamados en la caridad evangélica,
podamos en todo amar y servir al Señor
y renovar día a día nuestra oración de ofrecimiento

jueves, 28 de julio de 2011

Millón y medio de Somalíes al borde de la muerte

(Redacción Religión Digital - 27/07/2011)

En una conversación mantenida esta misma mañana con el padre Franco Cellana, superior de los Misioneros de la Consolata en Kenia, el misionero efectuaba un dramático llamamiento: "hemos repartido todo lo que teníamos, estamos preparados para repartir la ayuda en cuanto nos llegue, necesitamos con urgencia medicinas, agua, leche y harina para evitar la muerte de 1,5 millones de afectados solo en Kenia".

El padre Cellana explica que las tres diócesis más afectadas Maralal, Marsabit y Garissa ya han establecido los mecanismos de coordinación y el plan de emergencia a la espera de que llegue la ayuda para poder repartirla, todas las congregaciones presentes en la zona han puesto todos sus recursos y existencias a disposición de este plan de emergencia.

El misionero recuerda que los 18 meses transcurridos sin lluvias han situado a los países del Cuerno de África en una dramática situación a la que es urgente responder para salvar la vida de millones de afectados, entre 11 y 14,5 millones de personas.

El padre Cellana denuncia que "se hacen muchas promesas pero que la ayuda oficial es poca y llega con mucha lentitud". Ilustra la grave situación que viven con algunas anécdotas: "Esta mañana mientras recorría los caminos con el coche los niños nos perseguían con bidones de plástico pidiéndonos agua, hemos repartido la que llevábamos mientras les prometíamos que intentaríamos arreglarlo. El pasado fin de semana mantuvimos un encuentro con varias personas a las que ofrecimos unos refrescos, todos nos pidieron que les diésemos agua en lugar de refrescos".

Mons. Peter Kihara de la diócesis de Marsabit insiste en lo dramático de su llamamiento y en el agradecimiento por la ayuda que ya han recibido, "estamos en condiciones de hacerla llegar a quienes más la necesitan".

Por otra parte el misionero español José Luis Orpella informaba esta misma mañana de que en la diócesis de Garissa (Kenia) "las reservas de agua se han agotado o están a punto de hacerlo. El campo de refugiados de Dadaab -enclavado en el territorio de la diócesis- acoge ya a 400.000 desplazados, los precios de los alimentos se han duplicado en los últimos días y la situación es realmente crítica".

Distribución de la ayuda de Cáritas Española

La primera partida de 100.000 € que Cáritas Española ha librado para esta emergencia se ha destinado a las Cáritas de Yibuti, Somalia, y Maralal en Kenia.

33.000 € se han destinado a la compra y distribución de medicamentos y alimentos para unas 5.000 personas afectadas por malnutrición en Yibuti.

En Somalia 34.000 € han sido destinados a la distribución de alimentos en Baraba con destino a otros 5.000 beneficiarios. Y finalmente 33.000 € se han hecho llegar a Cáritas Maralal destinados a la compra, transporte y distribución de alimentos y depósitos de agua en las poblaciones de Acher's Post, Baragoi, Wamba y South Horr y la reparación de dos bombas manuales, para la extracción de agua, en Barsaloi. Los beneficiarios serán alrededor de 5.000 personas.

Campaña «CÁRITAS CON EL CUERNO DE ÁFRICA»

Cómo colaborar: Teléfono de donaciones: 902.33.99.99
www.Caritas.es

SANTANDER 0049 1892 64 2110541080 0491892642110541080

CAJA MADRID 2038 1010 61 6000652981 20381010616000652981

POPULAR 0075 0001 84 0607013040 00750001840607013040

LA CAIXA 2100 2208 32 0200254778 21002208320200254778

CECA 2000 0002 25 9100382405 20000002259100382405

SABADELL 0081 0216 74 0001307138 0810216740001307138

CAM 2090 5513 07 0200186956 20905513070200186956

BANCAJA 2077 1277 17 3100146942 20771277173100146942

BANESTO 0030 1001 33 0007648271 00301001330007648271

BBVA 0182 2000 25 0201507559 01822000250201507559

Y en las cuentas de las Cáritas Diocesanas

lunes, 25 de julio de 2011

¡Santiago y cierra, España!

La solemnidad del apóstol Santiago, el 25 de julio, es fiesta grande para la Iglesia, en tanto nos invita a celebrar la memoria de un discípulo, esto es, a volver la mirada sobre uno que nos precedió en el seguimiento de Jesús de Nazareth.

Los Evangelios recurren a menudo a la compañía de Santiago el Mayor con Jesús, que junto con su hermano Juan y Pedro, son los discípulos más mencionados por los evangelistas en sus relatos. De este modo, de su lectura podemos visualizar el momento de su llamada mientras pescaba junto con Juan y su padre Zebedeo en el lago de Genesaret (Mc 19-20); ese afan de gloria de querer ser más que el resto al buscar una asiento cerca de su Señor (Mt 20, 20-28); el ser testigo privilegiado en las obras de Jesús, por ejemplo en el milagro de la hija de Jairo (Mc 5, 21-43), en el momento de la Transfiguración en el Monte Tabor (Mt 17, 1-6) o la oración en el monte de los Olivos (Mc 14, 33-42), en la que, no debemos olvidar, se queda dormido a pesar de que su amigo, su Señor, le pide que guarde con Él la vigilia; e incluso ese ejercicio de rabia y soberbia cuando no fueron bien acogidos por los samaritanos y el impetuoso Santiago, junto a Juan, les deseaa una lluvia de fuego (Lc 9,51-16), antes de ser reprendidos por Jesús.

Tal vez el encuentro con la figura del apóstol Santiago en el día de su fiesta, nos ayude a encontrar paralelismos entre su vida, y el recorriedo propio de cada uno de nosotros; un momento de llamada, en el que el Señor nos busca y nos convoca por nuestro nombre; momentos de seguimiento y búsqueda; de soberbia, debilidad y fragilidad manifiesta que nos hace no velar ni acompañar al Dios de la Vida cuando él nos lo pide... todo ello sin olvidar como, tras la muerte de Jesús en la cruz y el encuentro personal con el resucitado que sale al encuentro de los apóstoles, toca el anuncio. El anuncio de aquel que, como Santigo, vió, escuchó, sintió y sobre todo luego, predicó y compartió.


Su entrega a extender la buena nueva le cuesta la vida misma, al sufrir el martirio por orden de Herodes Agripa en tierra de Jerusalén.


La senda de la vida del apóstol Santiago es maravillosa si somos capaces de proyectar en nuestra propia historia los momentos de encuentro, confianza, fragilidad, perdón y entrega al Evangelio que el propio apóstol experimenta, tal y como sucede en la vida de todo aquel que desea entregarse a la construcción del Reino.



Así mismo, a Santiago el mayor atribuye la tradición católica la evangelización de Hispania, otorgándole el patrocinio de España. Es en ese contexto de protector del suelo hispano en que se construye la frase que reza el título de estas líneas: "Santiago y cierra,España".

La frase en cuestión recoge un grito de guerra que, cuentan, fue usado por primera vez en la Batalla de las Navas de Tolosa, batalla que según la historia se sucede el 16 de julio de 1212, en el contexto de la Reconquista y cuya victoria por parte de las tropas cristianas permitió la extensión de los reinos cristianos sobre el sur peninsular. La frase recoge tres mensajes: por un lado invocar al apóstol Santiago para su protección en la batalla, por otro hace referencia al término cerrar, que en lenguaje militar viene a significar trabar combate, acometer... y por último, tras la coma (es fundamental situarla para darle a la frase su correcto significado) un llamamiento a España, haciendo referencia al destinatario de la orden, esto es, a las tropas españolas.

Es pues la festividad de Santiago apóstol, patrón de España, momento para, por un lado dejarnos reflectir por la vida del apóstol, viendo en su seguimiento una historia de fe y de vida muy similar a la que cualquiera de nosotros podamos tener. Por otro lado, tiempo de llevar en la oración las necesidades de nuestro país, de todos aquellos que conviven con nosotros y es así,con una oración de plegaria con que querría terminar estas líneas.



Santiago apóstol, patrón de España,
amigo, discípulo y seguidor de Jesús.

Acoge nuestra oración y ten presente las necesidades del pueblo español.


Pueblo con rostros que sufren por una crisis que ahoga; rostros de inmigrantes y refugiados que buscan entre nosotros posada; rostros de abuelos que sufren la soledad, de enfermos que no encuentran sentido a nada, de padres y madres que pierden a sus hijos e hijos que pierden a sus padres; rostros de una Iglesia peregrina a veces más lejos, a veces más cerca del sufriente y del Evangelio


Acompaña sus intenciones y acompaña especialmente las de esos jóvenes que van a participar en breve de la Jornada Mundial de la Juventud, para que vivan esos días con verdadero sentido de encuentro con Dios, que les queme por dentro de tal forma que luego salgan a los caminos a COMPARTIR y ser TESTIMONIO de esa Buena Nueva.


Intercede por todos nosotros, Santiago Apóstol, para que bajo tu patrocinio iluminemos nuestra fe, fortalezcamos nuestra esperanza y nos entreguemos al amor. No dejes de mirar por nosotros para que seamos testigos de nuestra esperanza como tú lo fuiste, y para que España sea siempre terra de María, tierra de un sí comprometido entregada a la voluntad de un solo Señor.


De esta forma, que este grito que ayer era de guerra contenga hoy nuestra sincera oración, en la que pedimos tu amparo para que nos des la fuerza para poner el corazón en juego, enfrentandonos a la sinrazón, la injusticia, la mentira, el odio y la miseria.


Por ello tiene sentido que concluyamos diciendo

"Santiago y cierra, España"


AMÉN

sábado, 16 de julio de 2011

Salve, Estrella de los Mares

Es la primera vez en muchos años que pasaré el 16 de julio lejos del mar.

La fiesta de Nuestra Señora del Carmen es una de las advocaciones marianas más populares en España, y en mi caso, por mi familia y mi historia, es uno de los días señalados en el calendario.

El recuerdo de esta madrugada adornando alfombras de serrín en el popular barrio de la Isleta de mi ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, esta todavia vivo en mi. Muchos años pasé junto con mi familia, en la calle donde mi padre se crió, rellenando dibujos hechos a tiza en el asfalto, con las manos tintadas de diferentes colores por la combinación de serrín coloreado. Esa noche la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, procesionaba de madrugada sobre las alfombras que habíamos hecho horas antes. Recuerdo como mi madre nos despertaba , a mis hemanos y a mi, cuando el paso de la Virgen empezaba a oirse, recuerdo el olor a pólvora de la rueda de voladores, así como su tronar, y recuerdo a mi familia, apoyada en el balcón de la casa de mi abuela, mientras ésta, sentada tras el balcón, guardaba silencio y musitaba oraciones a la Reina de los mares, supongo que muchas de ellas serian acciones de gracias por los hijos, los nietos, por tanto bueno que la vida le había dado. Recuerdo el último año que celebramos con ella ese día. Pocos días antes Miguel Ángel Blanco había sido asesinado y frente a casa de mi abuela, la alfombra que se dibujaba era un enorme lazo negro de luto por el cobarde asesinato. Parecia que la Providencia nos advertía que mi abuela se despedia también aquel día de la fiesta más popular del barrio y de la Estrella de los Mares. Ese año quiso ella pagar una rueda de voladores también frente a nuestra casa que, si cierro los ojos, casi pudo visualizar con colores y todo. Apenas mes y medio largo después mi abuela "mami",como cariñosamente le decíamos, entraba por la puerta grande del Cielo, de la mano de la Madre Teresa de Calcuta, ambas dejaron este mundo el 5 de septiembre de 1997, en silencio y paz, ambas en su casa y rodeadas de aquellos que más las querían.

Mis años en Las Palmas siempre me tuvieron cerca de esta fiesta, y la devoción a la Virgen del Carmen era perenne en mi barrio. Ello hacía que cada día que marchaba a la playa de paseo solo, o en compañía de alguien, acabará llegando junto a La Puntilla, en la playa de las Canteras, para rezar brevemente a una pequeña imagen que mira hacia el mar y la playa.

Durante estos últimos años ha sido en Málaga donde he podido disfrutar de este día. Desde los espigones de la playa de El Palo, rodeado de cientos de personas he visto entronizar a Nuestra Señora del Carmen en una barca que paseaba a la Virgen por parte de la costa de la capital malagueña. La procesión de entrada a la playa y el momento de situarla en la barca era chulísimo, especialmente intenso y animado. El paseo de los costaleros vestidos con fajin, rojo y descalzos, metidos en el agua hasta la cintura, bailando a la Virgen y gritando "¡guapa, guapa y guapa!" forma parte de mis recurdos más vivos de este día. Con el paso de los años fui cogiendo un cariño especial a esa fiesta concreta en aquella concreta playa de la costa malagueña.

Este año me toca vivir este día lejos del mar, lejos de la brisa salada y con la salve marinera en mi mente, echando de menos muchas cosas y pidiendo hoy, a la madre de Dios que siga cuidando de mi...


¡Salve!, Estrella de los mares,
de los mares iris, de eterna ventura.
¡Salve!, ¡oh, Fénix de hermosura!
Madre del Divino Amor.

De tu pueblo, a los pesares
tu clemencia dé consuelo.
Fervoroso llegue al cielo
y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor.

¡Salve!, ¡salve!, Estrella de los mares.
¡Salve!, Estrella de los mares.
Sí, fervoroso llegue al cielo,
y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor.

¡Salve!, ¡salve!, Estrella de los mares,
Estrella de los mares,
¡Salve!, ¡salve!, ¡salve!, ¡salve!.

viernes, 15 de julio de 2011

Los Mártires de Tazacorte

Al amanecer del 15 de julio de 1570, 40 jesuitas fueron asesinados a bordo del Galeón Santiago. Iban rumbo a Brasil de la mano del padre Ignacio de Azevedo, siendo por entonces General de la Compañía de Jesús S. Francisco de Borja.

Los religiosos fueron interceptados por piratas hugonotes, capitaneados por el fránces Jaques Sourie. Pudieron escapar gracias a los vientos favorables, atracando en el puerto de Tazacorte, en la Isla de La Palma donde esperaron unos días pensando que sus perseguidores pasaría de largo.

Allí fue dónde el 13 de julio celebró el padre Ignacio de Azevedo su última eucaristía, en la iglesia dedicada al patrón de La Palma, san Miguel de Tazacorte. Cuentan las crónicas que en el momento en el que el sacerdote sumió el cáliz tuvo la visión de su próximo martirio, siendo tal la impresión que inconscientemente melló el borde del caliz.

Finalmente en la madrugada del 14 de julio, el galeón zarpó por la parte sur de la isla, con destino Santa Cruz de la Palma, más, cuando este se aproximaba a la punta de Fuencaliente fueron interceptados y abordados por los piratas hugonotes a bordo de sus cinco navíos. Cuarenta jesuitas, en su gran mayoría novicios, y en su gran mayoría portugueses, fueron martirizados aquella mañana del 15 de julio del año 1570 frente a las costas de La Palma.

Hoy apenas nadie recuerda este hecho. Apenas los canarios y los palmeros son conscientes de este hecho histórico que regó con sangre de santidad sus costas, apenas la Compañía y sus miembros los recuerdan. Por no saber ni se sabe como denominarlos : mártires del Brasil, portugueses, de Tazacorte...

El 11 de mayo de 1854 el papa Pio IX los inscribió en el libro de los beatos con categoría de mártires, pues mientras toda la tripulación religiosa fue cruelmente asesinada y tirada al mar, 28 del resto de los tripulantes y pasajeros lusitanos fue capturados para finalmente ser entregados al Conde de La Gomera, Don Diego de Ayala y Rojas, es gracias a sus testimonio que conocemos la saña con que se dio muerte a los jesuitas.

Hace unos años se tiraron al fondo del mar, donde se cree fueron arrojados los jesuitas, cuarenta cruces que recuerdan tan triste episodio. Y es que, como ya dije, a pesar de ser uno de los sucesos histórico - religioso más importantes que ha tenido lugar Canarias,y concretamente en la isla de La Palma, pocos son los palmeros y canarios que conocen esta historia y tienen presente en su memoria colectiva y particular, esta festividad.
Festividad que a mi me gusta presentar como la de los mártires de Tazacorte, en tanto que creo que tiene más sentido la denominación del lugar donde alcanzaron la gloria a través del trsite martirio, esto es, dónde se puso a prueba su fe. En las costas canarias y no en su destino que tan lejos les pilló.

Con estas pocas líneas quiero tenerlos presentes, y junto con ellos a tantos misioneros, religiosos, diocesanos y laicos que entregan su vida por la misión. Que pagan con ella la dedicación a compartir Evangelio, presentando (ayer de una forma, hoy de otras) al Dios que a ellos les cautivó.

Con la promesa de escribir un artículo con más detalle termino esta entrada pidiendo una oración por ellos, y a ellos rogando por su intercesión para con todos aquellos que hoy, desde sus diversas opciones, siguen poniendo el corazón en juego, presentando la Buena Nueva de Jesús desde el respeto, la verdad y la coherencia.

martes, 12 de julio de 2011

MAGIS en el Mundo

La Universalidad del MAGIS presente en todos los rincones del Mundo.




PD: Me acabo de dar cuenta tras colgar el video que salgo en dos fotos, muy pequeñas... una en Granada y otra en Sevilla, rodeado de muy buena gente.

Me quede con ganas de hacerme alguna foto más con MAGIS por algún rincón de España...