viernes, 16 de octubre de 2009

Pero.. ¿¿por qué??

Hace tiempo que no escribo nada en el blog, principalmente porque no paro, pero también porque la conexión a internet conspira para que no pueda entrar, así que, ahora que he burlado dicho escollo dedicaré algunas líneas a alguna cosa que tengo en la cabeza.

A pesar de que hace ya unos días de ello, me apetece comentar algo sobre la concesión al presidente Obama del Premio Nobel de la Paz.

Cuando lo escuché me quedé atónito, y aún ahora que lo escribo sigo sin entenderlo bien.

Desde Oslo (cabe recordar que el de la Paz es el único de los Nobel que es otorgado por el Parlamento Noruego a través de un comité específico; Suecia se encarga del resto) se señala que la actuación del presidente Obama propicia la existencia de " un nuevo clima para la política internacional" pero vamos a ver... un servidor no duda que esto pueda ser así, pero esto no se ha materializado todavía en nada, ¿o me equivoco?. Que yo sepa el interés que desde la Casa Blanca se tiene para solucionar el conflicto en Oriente Próximo no pasa de ahí, de un interés. La firmeza contra el régimen de Pyonyang, la oposición al programa nuclear iraní pero a la vez la apertura al diálogo con el regímen de Ahmadineyad... todo esto esta genial, pero de momento son pasos, intenciones y algún esfuerzo que de poco o nada sirven si no acaban por ejecutarse materialmente. Porque, amén de Obama, muchos personajes públicos y no tan públicos tiene intenciones e intereses de lo más loables. Yo conozco unas cuantas, y no por ello creo que deban merecer el Nobel de la Paz ... No pretendo negar la importancia histórica de aquel veinte de enero del presente año, pero es obvio que el primer presidente negro de los EE.UU necesita tiempo para ganarse el mérito, y no que el tiempo justifique un mérito que hoy no existe.

No digo, para nada, que Barack Hussein Obama no pudiera merecer algún día ganar el Premio Nobel de la Paz, pero ahora... a poco más de diez meses de su toma de posesión no ha hecho nada que todavia lo merezca. Dice el refranero popular que "obras son amores y no buenas razones" y aqui no ha habido más que retórica e intenciones, pero obras, más bien pocas.


Asi mismo resulta vergonzoso otorgarle, sin motivo alguno, la misma condecoración que recibieron héroes de la libertad y grandes filántropos como Henry Dunant o Frederic Passy, Martin Luther King, la Madre Teresa de Calcuta, instituciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja , el ACNUR, Amnistía Internacional o Médicos Sin Fronteras. Resulta fívolo y pueril pretender equiparar los logros y las actuaciones de éstos con los de áquel, todavñia hoy inexistentes.

Pero bueno...tampoco puedo rasgarme las vestiduras, y es que no todos los condecorados han sido ideales. Según recogió Alfred Nobel en su testamento, el Nobel de la Paz se debería otorgar "a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de los procesos de paz" y aún así el premio lo han recibido dudosas personalidades como Al Gore en 2007 - el que por un lado denuncia valientemente el cambio climático pero por otro no renuncia a los beneficios multimillanarios de sus empresas contaminantes- , Koffi Annan en 2001 - cuyo rastro de corrupción en la ONU fue notorio, e independientemente de su autoría ocurrieron bajo su responsabilidad, asi como las matanzas de los Grandes Lagos en las cuales la ONU se lavo descaradamente las manos- , a Henry A. Kissinger en 1973 - mejor no digo nada-, o a Arafat en 1994 - con cuya lucha por el derecho de un estado palestino me siento muy identificado (en coexistencia con el Estado de Israel) pero a nadie se le escapa que la lucha a favor de los derechos del pueblo palestino no es ejemplo de fraternidad y pacifismo-. Así pues la trayectoria de los Nobel es a veces más medíatica que real, lo que resulta verdaderamente pernicioso para un galardón que va perdiendo su razón de ser, su mística.

Y sin embargo a Monseñor Oscar Romero, que murió por poner voz a los sin voz en el Salvador ...

A Mathama Gandhi, cabeza del movimiento pacífico que consiguió para la India los derechos que los occidentales habíamos arrebatado, ejemplo de paz y nominado cinco veces al Premino Nobel de la Paz ...
A Ignacio Ellacuría y sus compañeros jesuitas que fueron vilmente asesinados por defender la justicia social y los derechos de los más desfavorecidos también en el Salvador ...

A el Papa Juan Pablo II, que a pesar de su estricta ortodoxia en temas de fe, fue indudable mensajero de la paz y coopero sin descanso a promover una cultura de paz en este Mundo ...

A Vicente Ferrer, que poca presentación necesita ... y algún avispado me dirá que el nobel no se concede pos morten ... ¡¡pues dénselo a la Fundación Vicente Ferrer!!

Todos ejemplos de abnegada entrega estrechamente relacionadas con la causa de la Paz. Todo ello luchas individuales y posteriormente colectivas para combatir la desigualdad, la pobreza y la muerte, evitando de esta forma el miedo y consecuentemente el odio que produce la miseria y cooperando así mismo a una convivencia pacífica que redunda en una promoción de la paz que nadie puede negar.

Sin embargo, desde Oslo se piensa que Obama y sus diez meses de buenas intenciones y ningún resultado valen más que la entrega de una vida al servicio de los demás. Todo un despropósito y un insulto a los que verdaderamente merecen y merecieron dicho reconocimiento. Además de una faena tremenda para el dirigente norteamericano... ahora todos esperaremos de él la justificación de ese Nobel, creandonos unas expectativas que dificilmente veremos satisfechas. Y es que, la imaginación del hombre va siempre por delante de la cotidiana realidad del mundo.


Hasta que punto el relativismo puede más que el sentido común, hasta que punto la obamamanía ciega el juicio de muchos, hasta que punto nos dejamos llevar por lo políticamente correcto, sin intentar tan siquiera vislumbrar si realmente es, simplemente, lo correcto.

jueves, 1 de octubre de 2009

Tocó de nuevo bajo el paralelo equivocado

El pasado lunes decenas de miles de personas marchaban por las calles de Conakry para protestar por la posible candidatur, a las elecciones presidenciales de enero, del jefe de la Junta Militar que desde enero gobierna -careciendo de legitimidad democrática- en Guinea-Conakry, el capitán Moussa Dadis Camara.



El personaje del que hablo llegó al poder tras un golpe de estado después de la muerte, el pasado diciembre, del presidente Lansana Conte, y desde entónces se dice, se comenta, se rumorea, que la nota común de estos meses han sido detenciones arbitrarias, restricciones a las actividades políticas y actos criminales por parte del ejército, a pesar de que el susodicho había prometido "una transición hacia unas elecciones libres y transparentes"... pero parece que no iba bien encaminado... seguramente algo de razón tendrían las ONGs que denunciaban esto, y para muestra, el botón que sigue.


Volviendo a la marcha del lunes. A pesar de que la movilización estaba prohibida los opositores no encontrarón resistencia por parte de las fuerzas armadas que permitieron el normal devenir de la misma, hasta que, en el momento de concluir la marcha en un estadio de la capital guineana, el ejército cerró las puertas tras los manifestantes y a un estilo que me recuerda episodios tan terrorificos como los campos de exterminio nazis, los gulags soviéticos o los sucesos de la plaza de Tiananmen, abrieron fuego indiscriminadamente contra todo el que estaba en el interior del mismo; como salido de un guión de Tarantino pero sin fogueo ni maquillaje, cruelmente real.

Se dice que unos 170 muertos y más de mil doscientos heridos, amén de un montón de barbaridades más ( violaciones y agresiones sexuales, desaparición de cadáveres, remates a bayonetazos...). Para lo cruel e inhumano del episodio poca repercusión mediática, poco seguimiento, y poca condena internacional ha supuesto (mención especial la del gobierno francés).

Alguna noticia el pasado martes y poco más..... mientras, y como la cosa va de estadios, y sin ánimo de comparaciones demagógicas, rellenamos horas y horas de televisión con la corazonada de 2016... no hay más ciego que el que no quiere ver.

Tal vez si esto hubiese pasado en algún estadio que estuviese por encima de determinado paralelo las noticias de la semana hubiesen sido otras. Pero bueno, la primera colonia que se independizó de París estaba mal situada. Cachis!

Tocó África de nuevo... mala suerte.