sábado, 19 de septiembre de 2009

El 0,7%, el compromiso de no cumplir

A veces me asombra la elocuencia de determinados políticos.

Hace un par de días, el ministro de asuntos exteriores francés, Bernard Kouchner - conocido por ser cofundador de MSF en 1971 para luego abandonar la misma por divergencias con la dirección y fundar Médicos del Mundo en 1980 - hacía la siguiente declaración:


"Un día llegaremos al 0,7% del PIB de ayuda pública consagrada al desarrollo, pero incluso eso será insuficiente porque estamos superados por las necesidades en el terreno del desarrollo y del cambio climático"


Una afirmación... cuanto menos curiosa... y algo cínica.

Para situarnos; el famoso 0,7% del PIB es un índice que la ONU estableció en 1970 - Resolución 2626 (XXV) - como el porcentaje de ayuda necesario que, desde los países industrializados, debía consagrarse a Ayuda Oficial al Desarrollo.

Para continuar situándonos; actualmente solo cinco Estados en todo el mundo alcanzan el compromiso del 0,7%. Con datos del año 2007 Noruega (0,95%), Suecia (0,93%), Luxemburgo (0,90%), Dinamarca (0,81%) y Países Bajos (0,81%). En el caso español hay una notable mejoría, y es que en cuatro años casi hemos duplicado nuestra ayuda, de un 0,23% en 2003 al 0,4% en 2008 con el compromiso del Gobierno de la Nación de alcanzar el 0,7% en 2012.

Vamos que, casi 40 años después, se puede decir que el objetivo es un estrepitoso fracaso. Decir que algún día se alcanzará el 07% pero que así y todo será insuficiente no es, ni mucho menos, un disertación política demasiado elaborada... es la respuesta lógica que daría cualquiera!!

Por otro lado, pero continuando con la linea del tema, alguna vez he leido y escuchado declaraciones que pretenden culpar a la sociedad civil de este fracaso, al no estar (se dice) lo suficientemente formada y concienciada como para haber sabido reclamar a sus poderes públicos el cumplimiento del 0,7%. Puede ser verdad.

Pero, amén del mea culpa que nosotros podamos entonar, la verdera resposabilidad recae, sin lugar a dudas, en unas estructuras de poder en ocasiones demasiado anquilosadas para ser conscientes de la responsabilidad que para con la Historia y con la Humanidad han contraído. Y ejemplo de esa desidia es el 0,7%, un índice establecido como idóneo en los años setenta y que aún hoy casi la totalidad de aquellos que se comprometieron se dan vergonzosas prórrogas para poder alcanzar. Migajas de poder que poco tienen que ver con las cantidades que se han, se están y se desembolsaran para paliar la gangrena de una crisis financiera que un puñado de ambiciosos han provocado. Y mientras, millones de personas sufren la pobreza extrema, la pobreza que mata tal y como J. Sachs la definió

Formandonos e informandos aprendemos a ver con ojos más críticos declaraciones como éstas. Puede ser que de poco ayude, pero la conciencia colectiva es la que al fin y al cabo ha ido escribiendo los grandes cambios en las paginas de la Historia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario