jueves, 12 de mayo de 2011

Por COMPARTIR

Supongo que es normal. Que los procesos son más lentos de lo que uno pensaba. Que nada cambia de la noche a la mañana y que hay que tener paciencia, no hacerse demasiada preguntas que no tengan respuestas... y confiar. No en un nombre, ni en un proyecto o en una ilusión, simplemente confiar en que aunque se haga larga la noche, ello no significa que el dia muera.


Todo llega aunque a veces no de esa sensación, aunque a veces, cuando uno piensa que todo esta ganado, el miedo y el dolor vuelven a ocupar terreno conquistado y toca de nuevo encarar cada dia a ciegas, lanzándose al vacio y apostando, poniendo el corazón en juego. Solo así se avanza. Acogiendo, asumiendo y apostando por la Vida.

Hoy, con esa sensación de pérdida y de estar perdido, me apetece compartir dos cosas. desde fuera puede que no tengan sentido, para mi tienen todo el sentido que uno puedad darle atravesando el desierto seguro de uqe no va solo ni dejado de la mano.

Uno es un texto, una oración escrita por un jesuita que útimamente voy descubriendo que me gusta mucho leer. Lo otro una canción de un cantautor que pone letra a su experiencia de Dios, Luis Guitarra, y que dentro de un rato escucharé en directo junto a una amiga que esta siendo también regalo.

Compartir es un verbo que últimamente me sale mucho, que tiene mucho sentido en todo lo que vivo, en los espacios vacios que se llenan, en los días de risas y de lágrimas, en los planes cotidianos y extraordinarios... COMPARTIR en mayúsculas, junto al verbo ESTAR, del que otro día hablaré, van teniendo un sentido que jamás pensé que tendrían.

Lo dicho, solo por COMPARTIR, solo por ESTAR...


Lo más importante


Lo más importante no es:
Que yo te busque,
Sino que tu me buscas en todos los caminos (Gen.3,9)
Que yo te llame por tu nombre,
Sino que el mío está tatuado en la palma de tu mano (Is. 49,16)
Que yo te grite cuando me faltan las palabras,
Sino que tú gimes en mí con tu grito (Rm. 8,26)
Que yo tenga proyectos para ti,
Sino que tú me invitas a caminar contigo hacia el futuro (Mc. 1,17)
Que yo te comprenda,
Sino que tú me comprendas en mi último secreto (1 Cor.13, 12)
Que yo hable de ti con sabiduría,
Sino que tú vives en mi, y te expresas a tu manera (2 Cor. 4,10)
Que yo te ame con todo mi corazón y todas mis fuerzas,
Sino que tú me amas con todo tu corazón y todas tus fuerzas (Jn 13,1).
Que yo trate de animarme y planificar,
Sino que tu fuego arde dentro de mis huesos (Jer. 20,9)
Porque, ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte,...
Si tu, no me buscas, llamas y amas primero?
El SILENCIO AGRADECIDO, ES MI ÚLTIMA PALABRA,
y mi mejor manera de encontrarte.


Benjamín González Buelta




1 comentario:

  1. La verdad es que este año yo también puedo agradecer a TODO el compartir con amigos inesperados como tú :) y todos los que llegaron contigo y con la ciudad, y con el barrio y con la guarde y con el Arrupe y con la comunidad y con las solicitudes... y con todo lo que Dios nos regala, por sorpresa y donde más lo necesitamos.

    ¡Gracias por ser tú una de las respuestas a mis "quiénes"! :)

    Beatriz

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