“Entonces llamó a un arcángel que San Gabriel se decía, y enviólo a una doncella que se llamaba María, de cuyo consentimiento el misterio se hacía, en el cual la Trinidad de carne al Verbo vestía; y aunque Tres hacen la obra, en el Uno se hacía; y quedó el Verbo encarnado en el vientre de María. Y el que tenía sólo Padre, ya también Madre tenía, aunque no como cualquiera que de varón concebía, que de las entrañas de ella El su carne recibía; por lo cual Hijo de Dios y del hombre se decía”. (Romance 8)
San Juan de la Cruz

Gracias al Hermano Cortés por su viñeta
No hay comentarios:
Publicar un comentario