martes, 2 de febrero de 2010

2 Tim 1, 12

Antes he leido un pequeño texto que por casualidad o providencia ha querido aparecer en mi pantalla y, con el permiso de la amiga (muchas gracias y ánimo con el estudio crismol) que me ayudó a llegar a él, lo comparto con ustedes.

"La conversión es, a la vez, una gracia y una obligación. Es muy fácil acostumbrarse al mal. Ni el loco ni muchos de los que se creen cuerdos quieren cambiar las cosas; desean simplemente, quejarse de ellas. La conversión implica vivir de modo diferente."

No sé de dónde ha salido el texto, quién es su autor o en para que contexto está pensado... a mi me ha ayudado a tener una pausa. Una pausa no en una rutina atropellada ni enloquecida sino más bien en todo lo contrario, pero en la que también las pausas son necesarias para seguir buscando y seguir trabajando ese proceso de conversión que toca la sensibilidad social, profesional, espiritual y del día a día.

Mi padre me dijo hace unos meses que la gente como yo nos complicamos mucho la vida, buscando, esperando, orando y viviendo la vida con una trascendencia que a veces nos produce demasiados quebraderos de cabeza... puede ser verdad, de hecho estoy convencido que lo es y que mi padre tiene toda la razón.

Pero ya sea por naturaleza, por inquietud o por curiosidad que me embarqué en esta aventura de la vida tocado por un Dios que enamora y que a veces nos hace complicarnos las cosas más de lo que uno querría.

Y aunque ahora mismo toda resulte borroso, "sé de quien me he fiado".

1 comentario:

  1. Los Reyes me dejaron este año el Evangelio del día, bueno es uno algo más grande que los que he tenido siempre: DIARIO PALABRA Y VIDA 2010 Por la Hna. Joan Chittister.
    Y al final de la lectura del lunes 1 de febrero venía esas palabras de la conversión.
    Yo aunque las haya quitado de mis "estado" es facebook, sigo con ellas en el corazón.

    Un abrazo,
    CrisMolSua

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