Pedro Arrupe fue un visionario. Atento a las necesidades de un mundo cambiante, y comprometido con un Dios que nos invita a ser co-creadores en su obra de la creación, el entonces Padre General de la Compañía de Jesús, quiso ofrecer una respuesta al sufrimiento de los llamados “boat people” vietnamitas, que huían de la guerra de Vietnam y, empujados por la desesperación y el miedo buscaban un lugar seguro a bordo de un simple madero o una débil barcaza.
Este es el origen de lo que en 1980 se fundó como una obra de la Compañía de Jesús. El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS).De esta forma los jesuitas situaban su compromiso con una realidad sangrante que entonces comenzaba a aparecer, pero que pocos atendian: los refugiados por causa de la violencia.
A día de hoy el JRS está presente en 53 países y cuenta con un equipo de unos mil trabajadores (jesuitas, religiosos y religiosas de otras congregaciones y laicos) cuya misión es acompañar, servir y defender los derechos de los refugiados. Dentro de sus actividades se incluye la asistencia directa en los campos de refugiados y centros de detención de inmigrantes, alimentación, asistencia médica, pastoral, psico-social así como la educación.
Actualmente los proyectos del JRS están destinados a unos 450.000 refugiados a lo largo y ancho de todo el planeta.
Esta breve introducción acerca del JRS busca situar un poco en contexto las líneas que más abajo comienzan. Y es que tengo la suerte de tener a un amigo jesuita trabajando un par de meses con el JRS en el país más grande de África, y uno de los más conflictivos del continente negro: Sudán.
Javi me ha permitido compartir con todos los que siguen el blog algunas líneas que él mismo escribe desde Sudán. Y a la vez que leemos su experiencia y disfrutamos de su testimonio, yo intentaré acompañar sus lineas comentando algunas situaciones que vive el imenso país africano(el drama de Darfur, la situación política y religiosa, la mezcla entre árabes, negro africanos, cristianos y musulmanes, la islamización del país, el próximo referéndum que tiene a la ONU en vilo…)
Pero eso será más delante de momento solo dar las gracias a Javi por sus líneas y las fotos que lo acompañan. Espero que lo disfruten tanto como yo.
Yei, 2 de Julio de 2010
Hola a todos,
Hola a todos,
supongo que la mayoría sabéis que estoy en Sudán, pasando dos meses trabajando con el JRS (servicio jesuita para refugiados).
Estoy en Yei, una ciudad al sur de Sudán, cerca de Uganda y Congo. Aquí el JRS trabaja con retornados, es decir, gente que huyó de su tierra cuando estaba la guerra y comenzaron a volver cuando la guerra terminó. La guerra era interna, entre el norte, que es de población árabe y musulmana, y el sur, que son negros y cristianos. Por lo visto son muy diferentes, y los árabes históricamente trataron muy mal a la gente del sur. Por eso estuvieron más de 20 años en guerra. El acuerdo de paz determinó que el próximo enero habrá un referéndum para ver si el sur se quiere independizar. Todo el mundo cree que saldrá que sí, pero el problema es que el sur tiene muchos recursos (madera, agricultura, agua, y sobre todo petróleo) y hay cierto temor a que el norte, que a su vez está apoyado por otros países como Egipto, no acepte los resultados y pueda comenzar otro conflicto.
Perdonad esta introducción histórica, pero así creo que se entiende un poco lo que hace el JRS, que básicamente es apoyar en la educación. Después de más de veinte años de guerra, el sistema educativo podéis imaginar como está. Apenas hay maestros preparados, los edificios de los colegios son muy pobres, no hay material... El JRS apoya las escuelas estatales reconstruyendo edificios, formando a los profesores, dando becas a gente que no puede pagar las tasas... Realmente hacen un trabajo estupendo.
Aquí yo vivo con un jesuita de Estados Unidos que se llama Kevin, una chica alemana llamada Nina y Elías, un keniata que es el contable. Hay muy buen ambiente en la casa y estar con ellos me ayuda a entender cómo son las cosas aquí. Empezamos el día con la misa a las 7.30 que celebra Kevin. Viene un grupo de gente que vive cerca. Es una misa muy sencilla pero muy bonita. Luego empieza el trabajo. Yo de momento estoy saliendo a visitar a los colegios a los que el JRS apoya. Realmente son muy pobres. Los que mejor están tienen un par de edificios para las clases. El JRS mejora las instalaciones, forma a los profesores, busca material escolar...
Las condiciones de vida aquí son muy pobres. La mayoría de los hombres trabaja en el campo y las mujeres se encargan de buscar agua, cocinar, cuidar a los niños... Las calles y las carreteras no están asfaltadas, hay poca actividad económica... pero la gente está muy esperanza con que después del referéndum pueda mejorar la situación. Aquí la tierra es muy fértil y la gente es muy trabajadora. Sin duda el trabajo del JRS es clave porque mejorando la educación es como pueden mejorar la situación, pues la mayoría de la gente es analfabeta.
Mañana salgo con Kevin y se nos une otro jesuita alemán para dar un taller de formación sobre espiritualidad ignaciana y sobre los jesuitas a los trabajadores del JRS de diferentes proyectos por el Sur de Sudán. Así podré viajar y conocer otros proyectos del JRS, lo cual es una suerte porque viajar por aquí no es fácil (las carreteras son muy malas). Así estaremos de "gira" casi dos semanas.
Perdonad esta introducción histórica, pero así creo que se entiende un poco lo que hace el JRS, que básicamente es apoyar en la educación. Después de más de veinte años de guerra, el sistema educativo podéis imaginar como está. Apenas hay maestros preparados, los edificios de los colegios son muy pobres, no hay material... El JRS apoya las escuelas estatales reconstruyendo edificios, formando a los profesores, dando becas a gente que no puede pagar las tasas... Realmente hacen un trabajo estupendo.
Aquí yo vivo con un jesuita de Estados Unidos que se llama Kevin, una chica alemana llamada Nina y Elías, un keniata que es el contable. Hay muy buen ambiente en la casa y estar con ellos me ayuda a entender cómo son las cosas aquí. Empezamos el día con la misa a las 7.30 que celebra Kevin. Viene un grupo de gente que vive cerca. Es una misa muy sencilla pero muy bonita. Luego empieza el trabajo. Yo de momento estoy saliendo a visitar a los colegios a los que el JRS apoya. Realmente son muy pobres. Los que mejor están tienen un par de edificios para las clases. El JRS mejora las instalaciones, forma a los profesores, busca material escolar...
Las condiciones de vida aquí son muy pobres. La mayoría de los hombres trabaja en el campo y las mujeres se encargan de buscar agua, cocinar, cuidar a los niños... Las calles y las carreteras no están asfaltadas, hay poca actividad económica... pero la gente está muy esperanza con que después del referéndum pueda mejorar la situación. Aquí la tierra es muy fértil y la gente es muy trabajadora. Sin duda el trabajo del JRS es clave porque mejorando la educación es como pueden mejorar la situación, pues la mayoría de la gente es analfabeta.
Mañana salgo con Kevin y se nos une otro jesuita alemán para dar un taller de formación sobre espiritualidad ignaciana y sobre los jesuitas a los trabajadores del JRS de diferentes proyectos por el Sur de Sudán. Así podré viajar y conocer otros proyectos del JRS, lo cual es una suerte porque viajar por aquí no es fácil (las carreteras son muy malas). Así estaremos de "gira" casi dos semanas.
Escribiré más adelante contando más cosas.
Besos y abrazos para todos.
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